El sol desciende pidiendo permiso
da sobre el asfalto agrietado
es invierno.
Dos adolescentes retuercen sus corazones
gritos, lágrimas y brazos expresivos.
El tren pasa por debajo,
penetra por las sombras de los árboles.
Un taxi entra al telo
el acompañante se agacha.
Autos avanzan lentamente
como un cardumen caótico.
El mecánico, imbuido en su tarea
no se perturba por nada.
El aserradero (amo y señor de la cuadra)
da permiso para que pasen los camiones.
El viento leve, tranquilo y frío
pega suavemente en las partes descubiertas.
Ya avanzo por la Uruguay
por los pedacitos de sol que el día me convida
es el espectáculo del espacio y el tiempo.
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