Mirando la puerta de mi pieza,
cuando estoy solo.
Pienso que puede entrar algo,
no se bien qué. Una araña gigante,
del tamaño de un perro, más o menos.
No se imaginen una como la del Señor de los Anillos.
También pienso que puede ser una víbora,
de esas que te acurrucan entre su cuerpo y te comen.
No se imaginen una víbora ciega, de las que aparecen cuando pinta llover.
Otras veces pienso que puede entrar alguien que quiero mucho
y me dice "Diego, tomemos un whisky o un porrón, o un porrón con whisky".
Pero esta es la posibilidad que se aleja más de la realidad, creo yo.
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