Tenemos hambre.
Olor a locro entra por el jardín
a asado por el patio.
El poder del mate se va diluyendo
vamos cediendo a esos aromas.
El sol de la mañana es ideal
el ruido del tren también suma.
¿qué vamos a comer?
Por suerte- pensamos
existe la papa.
No vamos a hacer historia
no queremos hablar de su importancia
para las sociedades indígenas
ni de su impacto en la cocina occidental
(agradezcan europeos).
Estamos seguros que
con un poco de puré
o papas al horno
vamos a salir airosos
y en menor desventaja
frente a la comida del
vecino.
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