con las panzas llenas
yendo a sobrecargar el tanque,
el dia nublado da ganas de vivir
y no de pensar.
Los perros andan por la calle
han pasado el sofocón de la noche anterior
y también disfrutan del viento.
¿Y los borrachos?
El vecino sentado en la vereda
con su mirada fija en el asfalto
apoya el vaso en sus labios cíclicamente
parece absorto en un mundo de cumbia santafecina
piensa
(el viento es su amigo)
¿El resto?
"ni un alma en la calle" se escucha por ahí
motos y autos pasan y con su ruido
Interrumpen la magia de las hojas de los lapachos del barrio
que suenan gracias al jugador del partido:el viento.